lunes, 23 de noviembre de 2015

La fealdad del ser humano

Siempre he tenido una visión muy optimista del mundo. Quiero creer que el ser es bueno por naturaleza, como decía Rousseau, pero a veces se me hace muy dificil creer mis propias palabras. Un ser que es bueno por naturaleza no mata a gente, no medita durante meses cómo va a hacerlo y a cúantas personas va a llevarse por delante, no le es indiferente el sufrimiento ajeno.

Los atentados de París me parecen uno de tantos ejemplos de la maldad del ser humano. Hasta este momento yo seguía sin ser capaz de verlo. Siempre hay gente que justifica de alguna forma hasta el peor de los actos, explicando, por ejemplo, que los yihadistas lo son porque desde pequeños les comen la cabeza. Yo de verdad lo creo así, pienso que a veces se cometen barbaridades debido a la presión de la sociedad, y aquí cito la segunda parte de la famosa frase de Rousseau: "El ser humano es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe". 

En gran parte opino como Rousseau. La sociedad, la familia, nuestro hábitat día a día nos influye muchísimo más de lo que podemos pensar, hasta el punto de condicionar factores muy importantes de nuestro carácter. Probablemente yo no sería igual si hubiera nacido en otro continente, o en otro país, o incluso en una familia con unas opiniones diferentes a las de la mía. Sin embargo, creo que hay unos valores personales que nosotros desarrollamos independientemente de nuestro entorno. Creo que por mucho que coman la cabeza a alguien, ese alguien tiene que ser capaz de decir basta. El caso extremo de quitar la vida a alguien me parece algo escalofriante, y poca gente tiene capacidad de hacerlo. 

Creo también que la venganza hace al mundo menos bueno, menos bello. Si entendemos, al igual que Platón, la bondad como belleza, últimamente veo al mundo más feo que nunca. No solo con casos tan llamativos y exagerados como los atentados y la muerte, sino que me cruzo con personas que me hacen preguntarme si de verdad alguien puede nacer feo por dentro. 

No me creo la mejor persona del mundo, ni considero que mis valores o mis actos estén libre de maldad al 100%, pero sí que intento siempre aportar belleza al mundo. Quiero creer que esto puede mejorar si todos ponemos de nuestra parte. Yo no soy capaz de herir a alguien a propósito, por muy mal que me caiga una persona o por mucho daño que me haya hecho. Para esto me ayuda creer en el karma. Creer en el karma ayuda a mejorar el mundo. Yo pienso que a la gente mala le pasarán cosas malas en algún momento, y que a los que nos esforzamos día a día por mordernos la lengua y por intentar ser buenas personas, el destino nos lo compensará. Quizás si todos intentáramos traer felicidad al mundo, el mundo nos la devolvería. 

Parece una visión muy 'rosa' e inverosímil de la realidad, pero yo no lo considero así. El hecho de que algunas personas creamos en el positivismo e intentemos portarnos bien y tener unos valores sólidos a los que agarrarnos no significa que seamos tontos. Yo también me enfado, digo cosas que no debo y hago daño a la gente sin querer, constantemente de hecho. Pero creo que en la voluntad de cambiar está la belleza, no en la perfección. 





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