lunes, 12 de octubre de 2015

El vestido de la polémica

El miércoles pasado, después de la clase de "El concepto de belleza" fuimos de visita a la exposición de Vogue en el Thyssen. Me había encantado la introducción a la asignatura, el pequeño acercamiento que hicimos sobre la belleza a través de la historia, y una de mis grandes conclusiones fue que, pese a que haya unos cánones preconcebidos en cada momento, el concepto es totalmente subjetivo, y el mejor ejemplo lo viví esa misma tarde.

Tras la visita a la exposición, subí una foto a Instagram de un vestido de Valentino que habíamos podido ver allí. Me tiene enamorada del todo, y verlo en persona me pareció todo un lujo. Los detalles eran magníficos, pequeñas mariposas y flores bordadas adornaban el vaporoso tejido del diseño, y parecía que todas las personas que entraban en la sala quedaban prendados de él, e iban rápidamente a verlo, a disfrutarlo, a inmortalizarlo con sus cámaras.

Según la impresión que yo tuve mientras estaba allí, el vestido era bonito, era bello, todos los allí presentes estábamos de acuerdo. Pero no a todos les gusta el vestido. Subí una foto a Instagram y minutos después una amiga mía, poco interesada en el mundo de la moda, me dijo "¡Qué feo!". Así, sin paños calientes. Y rompió la burbuja ideal en la que yo estaba metida. Me parecía imposible que alguién dijera que ese vestido era feo, quizás entendería que dijeran "no es mi estilo", o "pues no es para tanto", pero jamás que dijeran que es feo, así sin más. Tras una larga conversación con mi amiga, en la que yo argumentaba que era un vestido tan especial que había conseguido un  hueco en un museo, que varias celebrities de renombre lo habían lucido, que tanto el bordado como el diseño y los materiales eran impecables...ella hizo la pregunta. ¿Si no lo hubiera diseñado Valentino gustaría igual? Yo dije rápidamente que sí, puesto que el vestido me parece bonito, sea de quién sea. Sin embargo, es cierto que tanto el hecho de contemplarlo en un museo tras haberlo visto en un desfile como el hecho de saber quién hay detrás de él ayuda a que lo veamos más bello, aunque sea inconscientemente.

Por otra parte, esta especie de idealización creada en torno a este vestido en concreto y a otras muchas cosas en general no afecta a todo el mundo. En este caso, afecta especialmente a aquellos que entienden algo de moda. Lo que me llevó a plantearme si el mundo de la moda en general es especialmente subjetivo con el tema de la belleza, y si hay alguien que hace que, sin darnos cuenta, cambiemos nuestra percepción de lo bello cada temporada. Cuántas veces hemos dicho "yo no me pongo pantalones campana, son feísimos" y luego hemos acabado cayendo.

Pese a todo, yo sigo mirando el vestido, le doy mil vueltas, saboreo cada detalle, y me sigue pareciendo precioso ;)


El polémico vestido / Imagen: fotopaco.blogspot.com.

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